Pasa y siéntate.
El verano acaba y aunque poco a poco volvemos a nuestras rutinas, hoy te invitamos a un pequeño paraíso para los sentidos.
Con mimo escogidos cada papel, cada tela, cada puntilla, cada color que, al cerrar los ojos nos llevará a vivir la magia de un momento único.
Abre con cuidado el nudo que nos une en este instante y descubre el motivo que nos unió, lo que nos impulso a poner en funcionamiento nuestros sueños en papel, azúcar y tela.
Una jaula de pajaritos, dulce, frágil, inspiradora, con un montón de detalles que nos esperaban para darles forma con aquellos materiales que amamos: El tul, el hilo y un sabroso bizcocho.
Primero, un entorno que evoque a nuestros sentidos, que nos invite a quedarnos y disfrutar del momento.
El momento se detiene ahora en las pequeñas criaturas que con leve aleteo se incorporan a nuestra tarde mágica. Quien no ha soñado con pajaritos de colores en el alféizar de la ventana...
Y al final, los postres, el momento en que la piel se eriza, el paladar saborea, la vista se entorna a la búsqueda de una belleza en forma de azúcar y bizcocho, de colores que de tan apetecibles cuesta creer que podamos disfrutarlos en la boca.
Y para finalizar, nuestra invitada estrella, el motivo de nuestro té, nuestra niña mimada que arranca un ohhh suave como su bizcocho, dulce como su azúcar...
¿preparadas?
Ha sido tan emocionante para nosotras que no nos creemos el momento vivido, aunque las fotos creo que os lo hacen llegar a las mil maravillas.
Y a vosotras, ¿qué os inspira esta merienda?.