Cuando me dijeron de hacer una tarta del Rey León, de inicio me dió pánico, no voy a negarlo, hacer figuras que se parezcan a su personaje, es todo un reto y no siempre salen como tienes en mente, por eso la primera sensación fue miedo.
El miedo dura hasta que te pones en la faena y ves viendo que las siluetas quedan bien, que el atardecer junto a estas siluetas queda muy bien y que la parte de arriba me va gustando cada vez más!!! La figura entonces ves que ya no es lo más importante de la decoración, sino que es una parte más, en ese momento pasa el miedo y empiezas a disfrutar de cada detallito. Es el miedo a lo nuevo, o tal vez más que miedo, respeto.
Me gusta esa sensación en las tartas, el salir de la zona de confort y hacer cosas distintas que en inicio suponen un reto. Esta tarta lo fue, pero viéndola ahora, sólo puedo dar las gracias por tener la oportunidad de hacerla, ya que me encantó el resultado.
Tarta Simba, El rey León |
Además de la tarta del Rey León, hice unos cupcakes de oreo con crema de chocolate blanco a juego con la decoración de la tarta. Una decoración con poquito fondant, pero muy monos, ¿verdad?
Y para rematar, unos cupcakes de bizcocho red velvet con crema de queso que además eran sin gluten. En vez de utilizar los palitos blancos para cakepops, usé pajitas de colores, que da un toque final más animado.
Una mesa dulce que seguro quedó preciosa!!! ¿Qué os parecen las mesas dulces para las celebraciones? ¿os gustan? o sois más de tarta y poco más?
Hasta pronto!! Muas!!!